Cultura de Villarrica, Guairá. Paraguay


Gracias a la temprana poesía de Natalicio de María Talavera (1839 - 1867), considerado el primer poeta y periodista del Paraguay, y al éxito de algunos compositores y músicos, la capital guaireña ya gozaba del prestigio de "Ciudad Culta", pero, gran parte de las letras, como la música, eran expresión de una cultura alentada por la dominación de mundos simbólicos extraños e impuestos como propios al pueblo y al lugar.

El conocer una localidad o una región no sólo significa admirar su geografía, y apreciar su naturaleza. Si no que es también admirar todo lo que no se ve a simple vista: su cultura, su folklore, su tradición. Los pueblos y ciudades del Paraguay atesoran muchas historias y leyendas, que forman parte de su identidad cultural. Al hablar de Cultura nos referimos al sentido general de la palabra, dando énfasis no solo al aspecto intelectual, sino también a la comunidad misma, sus ritos, tradiciones, costumbres, con esto damos hincapié que los guaireños nos identificamos por ese amor propio que llevamos dentro por la ciudad, el orgullo guaireño que es conocida en todo el país y que la llevamos en carne propia. Y ese amor propio hacia la ciudad que no solo se limita a los guaireños de nacimiento, sino que va mucho más allá de las fronteras guaireñas, el Guairá tiene muchos hijos adoptivos, dichos hijos sienten que son guaireños y que la gente de la ciudad son sus conciudadanos, estrechando así el profundo amor hacia la "Ciudad Culta".

Popularmente existe una idea generalizada de que Guairá es un país aparte y que sus habitantes son extranjeros, idea reforzada por los propios lugareños y por una forma de hablar distinta, con un tono, que nos caracteriza, en fin una de las pocas localidades que cuentan con algunos rasgos culturales diferentes a la de otras regiones del país. Sin embargo, la peculiar historia de Villarrica, sus grandes hombres, su desarrollo político, sus expresiones culturales, le han dado una mayor autonomía frente al resto del país.

La misma historia de la ciudad juega un papel importante para Villarrica, ya que es la segunda ciudad mas vieja del país, con sus 438 años de historia le han dado a Villarrica un toque colonial que se percibe en el aire y en las calles, las viejas casonas, los retoques arquitectónicos, todo esto sirvió de inspiración para nuestros grandes artistas.

Críspulo y Froilán  Rodríguez

Villarrica ciudad Culta, se lo puede leer en los libros de historia de diferentes autores, una de las ciudades con mayor identidad propia en el Paraguay y con una rica historia urbanística y rural, cuna de grandes artistas intelectuales, como Manuel Ortíz Guerrero, autor de las guaranias India y Panambí Vera, Félix Pérez Cardozo un prodigioso arpista paraguayo, y no podíamos olvidarnos de Ramón Indalecio Cardozo, propulsor de la existente Reforma Educativa, y demás hombres que pusieron en alto el nombre de la ciudad. Y para otros grandes poetas célebres que incluyeron en sus poesías a la ciudad de Villarrica. Poetas como Agustín Pío Barrios, Mauricio Cardozo Ocampos, Emiliano R. Fernández, Julio Correa, José Asunción Flores, Félix Fernández, Teodoro S. Mongelós, Herminio Giménez.
Tanto fue el manifiesto cultural que en 1914, la ciudad ya contaba con un Teatro Municipal y que hasta hoy esta firme y presente con el transcurrir de los años, claro que con el pasar de los años fue reformada y reajustada a las reglas arquitectónicas correspondientes, en ella se llevan a cabo los eventos culturales que caracterizan a Villarrica, clases de danza, cabe también mencionar como anécdota que la primera vez que ciudad contó con un Cine fue en este teatro donde se hacían las proyecciones fílmicas que además fue la primera en el interior. Y no podíamos dejar de lado el Festival de la Raza que se realiza cada año, que reúne a grandes artistas nacionales e internacionales.

Fuente: Museo Fermín López

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